Let's go*
Me levanté sobresaltada y
caí al suelo mientras la música sonaba fuertemente. Estuve varios segundos
intentando descubrir de donde venía el sonido, hasta que me di cuenta de que
llevaba el móvil encima. Resoplé y apagué el despertador. Me pregunté por qué
estaba puesta esa canción si la iba a usar como despertador. ¡Menuda manera de
despertarse por las mañanas!
De repente me quedé en
blanco. Yo no había puesto esta alarma. ¡Si tenía miles de canciones tranquilas
para no asustarme! Me puse a pensar en lo que había hecho anoche para encontrar
un motivo, pero mi mente no quería colaborar. Fruncí el ceño. Aunque intenté
sacar todos los recuerdos posibles, éstos se paraban al poco de salir a la
calle. Era demasiado extraño no recordar nada.
Me levanté, dolorida, y
estuve a punto de caerme otra vez. Esa no era mi habitación. Me di una palmada
en la frente y negué con la cabeza. Ayer me pasó lo mismo. Suspiré. ¿Por qué
recordaba tan bien todo lo que había pasado estos meses y no recordaba lo que
había pasado la tarde anterior? Miré la hora en el móvil. Si no me daba prisa,
llegaría tarde al primer día de instituto. Y no tenía demasiadas ganas de
empezar mal.
Saqué una falda de color
azul marino, un polo blanco y unos horribles zapatos negros. Busqué también
unos calcetines largos. Me vestí rápidamente y me dejé el pelo suelto, como
solía llevarlo siempre. Por último, cogí mi mochila negra con pinchos y bajé a
la cocina, donde me bebí un zumo. Cuando comprobé que lo llevaba todo, cogí las
llaves y salí de casa. Iba justa de tiempo, pero mis pies parecían saber hacia
dónde ir. Extrañada, seguí por el mismo camino hasta que vi un edificio de
color blanco y múltiples ventanas. Un cartel dejaba claro que se trataba del
instituto. Oculté lo sorprendida que estaba como pude y entré por la puerta
principal. Algunos alumnos me señalaron de forma poco disimulada, pero preferí
no hacerles caso. Entré al edificio y me dirigí rápidamente a un cubículo donde
ponía ‘’Conserjería’’. Mientras esperaba mi turno miré atentamente el interior.
Un banco de madera, una
planta algo mustia y varios cuadros eran el mobiliario principal. Las paredes
eran de color amarillento y parecía haber pasado años desde que las pintaron
por última vez.
-Disculpe, señorita. ¿Qué
desea? – me dijo una voz.
Había llegado mi turno.
-Verá… - comencé, sin saber
qué decir - soy Sandra de la Rosa y… hoy empiezo aquí.
-Ah, sí, la chica nueva.
Toma, esto es para ti – dijo dándome algunos papeles -. ¿Vienes conmigo al
despacho del director, por favor?
Asentí con la cabeza. La
mujer salió de Conserjería y me hizo un gesto con la mano para que la siguiera.
No era especialmente simpática, ni se esforzaba por ello. Pero al menos parecía
hacer bien su trabajo.
Llamó a la puerta y entró
sin esperar contestación alguna. Permanecí en la puerta, esperando a que me
llamaran, o al menos a que saliera alguien. Esta zona tampoco parecía estar muy
bien decorada, pero al menos entraba mucha luz. Cosa que, por otra parte, me
dañaba un poco los ojos. Mientras esperaba sonó el timbre que anunciaba la
primera hora de clases.
Por fin salieron. El
director era un hombre de unos cincuenta años, con el pelo de color blanco y la
piel morena.
-Hola, Sandra. Bienvenida al
instituto. Ahora iremos a tu nueva clase. ¿Tienes… dieciséis años?
-Quince – le corregí yo -.
Cumplo los dieciséis en mayo.
-Oh, tienes razón – dijo
mientras entraba de nuevo en su despacho.
De él salió con una bolsa
llena de libros y un papel que, según me dijo, tenían que ver todos los
profesores. Me apresuré en meter todos los libros en la mochila.
Cuando parecía haber pasado una eternidad, me llevó
a una de las clases. El instituto no era muy grande, pero aun así temía
perderme. Mi orientación era pésima. Por eso me había extrañado de saber el
camino al instituto.
Volví a pensar que era muy
raro, pero tuve que dejar de hacerlo cuando casi me comí al director. Se había
parado en una clase cuyo letrero ponía 4º A. Entró en el aula (no sin antes
llamar a la puerta) y yo permanecí fuera.
De repente me entraron
ciertos nervios. No tendría que presentarme delante de la gente, ¿no? Las
personas se me daban fatal, y era una de las cosas que menos me apetecía.
Rápidamente salió una mujer
que aparentaba unos cuarenta años. Tenía el pelo castaño y unos grandes ojos
marrones. También tenía una figura perfecta, sin un sólo gramo de grasa. Me
sonrío y me esforcé en devolverle la sonrisa.
-¡Buenos días! Soy
Inmaculada, y seré tu tutora en lo que queda de curso. También te daré la
asignatura de Ciencias Sociales.
-Ho-hola – saludé como pude.
Tanto entusiasmo me había resultado extraño. Pero no me desagradaba.
-Ven, entra para presentarte
a todos – dijo mientras entraba en clase.
Genial, pensé. Lo que menos quería estaba pasando.
Entré con paso vacilante,
con miedo a la reacción de los demás. Sabía que no me iban a hacer nada, pero
en Barcelona todos decían cosas como ‘’ahí está el bicho raro’’ o se reían de
algo relacionado con mi aspecto. Casi siempre solían ser chicas.
Me giré frente a la clase,
con la pizarra a mis espaldas. Apenas llegarían a las quince personas, y la
gran mayoría me miraba con entusiasmo. En realidad, sólo uno me miraba con algo
de preocupación.
Y lo conocía. Claro que lo
conocía.
¿Cómo podía olvidar sus ojos
azules?
*El Let’s go viene de la canción Tears don’t fall, de Bullet for my
valentine. Una canción de lo más tranquilita para despertarse (nótese la
ironía).
¡Adrián! ¡Es Adrián!
ResponderEliminarAhora no me digas que me equivoco.
Asshdjfdjskjssdjkfdhgdb, necesito mas.
Pero, es Adrián :D
Que ganitas de saber mas. Como me gusta esta historia.
Un besito. Raúl.
¿Quién si no, Raulito? :D ¡Espero tener el próximo para mañana o pasado!
EliminarGuuuusta :D Creo que ya te he comentado alguna vez que se me hace muy extraño pensar en un Adrián con ojos azules .___. Será cosa de la costumbre xD
ResponderEliminarBueno, y esto también te lo he dicho, cada vez te superas un poquito más :) Me alegro mucho, cielo :D
¡Un besuuu!
Sí, normal cariño xD Para mí era imposible imaginarme un ángel chico hasta que soñé con él, con eso te lo digo todo (?) Oh, muchas gracias ;////; Me halaga mucho que me digas esas cosas >w< Eres un amor :3
EliminarBesos<333
Vuelvo a estar aquí xDDD
EliminarPues eso, Adrián con ojos azules es raaaaaro, jajajaja Pero bonito :3
¡A seguir leyendo!
Vuelves a estar aquí :DDD
EliminarJAJAJAJA imagino que te seguirá pareciendo raro xD ¡Eso, eso!
Esta genial!! Me has enganchado ;) Espero es siguiente con ganas, a ver que pasa con el tal Adrián...xD
ResponderEliminarSigue asi por favor!! :D
Gracias :D Lo tendré pronto, prometido ^^ ¡Lo intentaré! :D
EliminarBesos<3